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miércoles, 16 de octubre de 2013

CRITERIOS PARA UNA BUENA ARQUITECTURA III: FORMA Y FUNCIÓN

El presente artículo viene a cuestionar algunos de los criterios de diseño sutilmente (o no tanto) implantados por el vigente modelo de orden socio-arquitectónico, la sociedad del espectáculo. Es preciso poner de relieve, por más obvio que parezca, que los convenios de diseño obedecen a las modas y que las modas nada tienen que ver con nuestro primer y único criterio de validación (recordemos: el entorno humano resultante de la actividad arquitectónica es favorable o no lo es y la arquitectura, asimismo, es o no es, exclusivamente en función de eso). La moda es un concepto estadístico que tiene que ver con el valor que más se repite en una serie determinada y es muy interesante observar la manera en que el ser humano, instalado en el "yo mental" acata los dictados promovidos por estrategias mercadotécnicas y sus sloganes a base de tópicos demagógicos como valores absolutos a imitar. Es más, el arquitecto, que ha sido mayormente educado en la más absoluta inconsciencia en lo relativo a su realidad profesional, es incluso capaz de sentir un banal orgullo al reproducir estrategias de diseño en las tendencias de moda... ¿quien se resiste a la sensualidad de la imagen?. Pero hay un error muy grave en todo esto. ¿Quien acreditó como tales a los doctores del magisterio de la arquitectura contemporánea? ¿acaso no proceden sus aportaciones de los "avances" tecnológicos? ¿acaso no volvieron, aquellos de mayor capacidad y visión, sus ojos a antigüedad en busca de respuestas? No se puede ni mencionar a las publicaciones de arquitectura ni mucho menos a los críticos de esta disciplina, que pretenden establecer criterios evaluables "objetivamente" basados en lo que se ve, sin considerar que lo mas importante es lo que no se ve. Los mejores arquitectos pueden tener una fuerte intuición en algunos momentos, cuando su trabajo es dominado por el cerebro derecho, pero nunca serán capaces de explicar de forma racional la realidad del proceso. En este contexto se hace imprescindible, en primer lugar, tomar conciencia de que este barco no nos lleva a ningún puerto y, a continuación, ensanchar la mente e intentar ser permeables a las nuevas informaciones y dejar entrar en nuestra mente la posibilidad de permitirnos probar antes de aceptar o rechazar ya que, como dijo el maestro, solo quien prueba sabe.


Veamos un ejemplo gráfico de que existe algo más que lo que vemos... ¿necesitamos "ver" el calor para no sentarnos en una estufa encendida?... por tanto, podemos asegurar sin ninguna duda que la percepción es una cuestión de sensibilidad, no solo de visión de modo que, a mayor sensibilidad, mayor percepción. Bien, dando esto por sentado, estaremos de acuerdo en la posibilidad de que existan personas más sensibles que otras o, al menos, hayan desarrollado una sensibilidad especial para percibir y que es posible que haya quien perciba el mundo de una forma más completa que nosotros. Por tanto, tal vez, lo primero que deberíamos averiguar dado que solo nos queda un criterio de validación, sería cuales son las condiciones que generan un entorno humano favorable... pero ¿favorable, para qué o en base a qué? En base a la función que tenga el entorno elegido, por supuesto. Esto es, tendremos criterios diferentes en función del destino o uso del espacio que diseñemos. Hasta aquí, podríamos decir que caminamos en línea con el pensamiento que queremos abandonar, si bien hay matices. Por ejemplo, el espectáculo no es una función para la arquitectura porque no proporciona, en sí misma, ninguna ventaja cualitativa al entorno humano. Así que, de momento, habríamos eliminado del mapa toda la fanfarria arquitectónica, tanto la más afortunada como la (más comúnmente) menos afortunada. Obviamente, hay que vencer ciertas inercias populistas que interpretan lo circense como un valor cotizable, pero esa es una labor de reeducación que nos compete emprender, sobre todo, con los promotores de los grandes proyectos (de hecho, a los madrileños se nos caían las bragas con el proyecto de Sheldon Adelson, que ha estado a punto de convertir Madrid en la ciudad más hortera del planeta con permiso de Las Vegas, lo cual no es más que una ilustración de mi alegato anterior).



Uno de los legados de los pioneros de principios del siglo pasado es el famoso principio funcionalista de "la forma sigue a la función" ó form follows function, que nos viene de perlas a este caso, si bien con una interpretación sustancialemtne diferente. Hubo un tiempo en que no existían ordenadores y la arquitectura no estaba subordinada a la industria, las modas o las estrategias visuales ya que se consideraba un valor permanente y no algo perteneciente al mundo del espectáculo. En aquellos tiempos, existían personas que disponían de herramientas especiales mediante las cuales eran capaces de descodificar secretos de la naturaleza y utilizarlos con sabiduría en sus creaciones. A nuestras manos han llegado algunos códigos sencillos, en forma de tratados de arquitectura, que podemos reproducir pero, sin embargo, no podemos interpretar ya que la clave para su interpretación permanece ausente, oculta a los ojos del público. Únicamente en ciertos ámbitos o círculos restringidos se ha transmitido este conocimiento, tal vez por temor al mal uso que de él se pudiera hacer ó, tal vez, por tener bajo control exclusivo las increibles potencialidades que de él se derivan. En la actualidad, cada vez más personas ajenas a estos círculos encuentran rastros de estos conocimientos y se está empezando a reconstruir mediante meticulosa investigación el cuerpo principal de los principios que los sustentan. Estamos hablando del conocimiento oculto (aunque, cada vez menos) de los secretos del universo y, por ende, de la naturaleza que nos rodea.



El procedimiento más sencillo para acceder a estos conocimientos es la humilde observación de nuestro entorno para lo cual es imprescindible prescindir de todo juicio a priori y, por tanto, de toda la "educación" que intermedia entre percepción e interpretación, ya que los códigos que hemos adquirido culturalmente son del todo erróneos en su mayoría y suponen una barrera infranqueable para una percepción de la realidad limpia y directa. Se requiere cierta fuerza o poder para emprender esta tarea, pero este poder emana únicamente de la voluntad de saber, de conocer la verdad a través de la experiencia.


Hablemos de la forma y la función observando la naturaleza... pero antes voy a contar un cuento del famoso Mulá Nassrudín. Dicen que el Mulá era un famoso comerciante del siglo pasado capaz de venderle una mula a Barreiros y, en cierta ocasión, encontrándose en compañia de sus amigos, éstos le comentaron que el Maharajá de Gondaljahpur, un rico territorio de la India, buscaba un arquitecto para construir una casa de invitados. La ambición de Nassrudin por obtener favores comerciales del Maharajá le llevó a tomar la iniciativa de presentarse ente éste y ofrecerse como mediador para contratar con un famoso arquitecto norteamericano, llamado Frank Lloyd Wright, la realización del proyecto. Gratamente impresionado, el Maharajá accedió y Nassrudín le dijo que quedaría encantado pero que no podría ver la obra hasta que estuviese terminada. Por aquél entonces, el señor Wright estaba tremendamente ocupado con un gran proyecto en Nueva York para un famoso mecenas de arte por lo que Nassrudín le pidió únicamente una copia del proyecto de la Falling Water House a cambio de una generosa suma de dinero con intención de construir una répica en su país, algo a lo que el arquitecto accedió ante las perspectivas de expandir su negocio de arquitectura a aquél continente. Tan contento llegó Nassrudin a la India y encontró la cascada adecuada, prácticamente idéntica a la original que adaptó con unos pequeños retoques de modo que, inició rápidamente los trabajos. Un día, en presencia de sus amigos, fanfarroneó sobre su astucia y los proyectos comerciales que tenía pensado presentar al Maharajá con los que se haría inmensamente rico. Al escucharle los amigos le preguntaron si había consultado a un consejero de Vastu, el arte hindú de la construcción, a lo que Nassrudín dijo que no permitiría que se hiciese ningún cambio en el proyecto ya que el arquitecto estaba muy ocupado, motivo por lo que estaba de más consultar a ningún consejero. Al cabo de 12 meses de duro trabajo, la obra se había completado con tal exactitud que era una réplica exacta del original. Puesto en conocimiento de los avances, antes de visitarla, el Maharajá envió al consultor real de Vastu para que emitiera su informe. Cuentan que al leerlo, al Maharajá le entró tal ataque de risa que quedó sin respiración y murió de un infarto. Su hijo, el heredero, mandó perseguir a Nassrudín y como represalia le obligó a devolver íntegro el importe de la obra y, en castigo, le hizo elegir entre una muerte en el foso de los tigres o vivir en la casa que había construido hasta el final de sus días, cosa que hizo... y cuentan que el pobre Nassrudín no vivió mucho, de hecho, murió de un cáncer de hígado ya que su cama estaba sobre un cruce de líneas Hartmann de tercer orden con vena de agua. Bueno, los cuentos, cuentos son pero estoy seguro que así habría ocurrido.

Si observamos la naturaleza comprobaremos que ninguna forma es casual y que existe un orden perfecto que se expresa matemáticamente a través de la geometría. Por tanto, cada forma en la naturaleza es la más adecuada para que el organismo ejecute eficazmente sus funciones, es decir, esto se parece bastante a una ley natural ¿no es cierto? una ley que se cumple siempre, sin excepción, al contrario que las "leyes" científicas que se cumplen casi siempre, pero no siempre. Entonces ¿quien es más sabia, la ciencia o la naturaleza? Conclusión.  
  • LEY DE PRIORIDAD. La naturaleza es sabia y la ciencia está y estará siempre subordinada al orden natural.
(*) si existe alguien en este mundo o fuera de él capaz de demostrar lo contrario, le ruego nos lo haga saber.

Prosigamos. Sabemos que la geometría es capaz de generar orden y que cada geometría corresponde a unas funciones determinadas. También sabemos que existen determinadas relaciones matemáticas o razones geométricas que abundan en la naturaleza, tanto en el reino mineral, vegetal o animal, desde la estructura de los átomos a la constitución y proporciones antropomórficas. Tales razones son básicamente seis, es decir muy pocas, los números irracionales raices de 2, 3 y 5 y los números pi, phi y euler. Con estas relaciones se construye prácticamente toda la materia en perfecto orden y armonía. Rupert Sheldrake estableció una interesanteTeoría sobre la relación de las formas con determinados campos de energía (el hecho de que su trabajo haya sido tan behementemente atacado por el dogma científico es para mí una prueba de que no anda mal encaminado, como veis, más vale cuestionar lo establecido si queremos avanzar. Este suele ser un sistema que no falla.). Lo bueno de estas cosas es que, si bien no podemos hayar explicación científica a ciertas leyes naturales, podemos comprobar sus efectos y su cumplimiento a través de la simple observación, por lo que ningún dogma, venga de donde venga, las puede rebatir.


Algo que no podemos olvidar es que, del mismo modo que la naturaleza utiliza estrategias basadas en la geometría para generar estas formas de máxima eficiencia, dichas estrategias pueden ser replicadas y utilizadas para generar diseños de mayor calidad biótica. Resumiendo mucho, estas estrategias de generación se pueden resumir en tres grupos básicos, la simetría, sea esta bi o tridimensional, lineal o rotacional, etc, la repetición, que produce patrones, y la fractalidad, que permite el anidamiento infinito de formas conservando su energía y está directamente relacionado con la capacitancia energética, por un lado, y con la jerarquización espacial, por otro.

Lo más interesante de todo es que, no solo la necesidad de orden geométrico es una energía capaz de generar determinadas formas, sino que estas formas son, por sí mismas, emisoras de frecuencias energéticas propias con ciertas características particulares. Cada uno puede (y debe) investigar esto por su cuenta, aunque os dejo una referencia a título informativo. Este descubrimiento reciente ya era conocido por los geómetras de la antigüedad hace más de 5.000 años y fué aplicado a sus construcciones más importantes, muchas de las cuales siguen aún en pié. Las formas que emiten energía son todas, unas son favorables para la vida y, por tanto, están en coherencia con nuestro famoso criterio único y otras no, así de simple. Las formas pueden ser tridimensionales o bidimensionales, es decir, determinados símbolos que vemos por doquier en forma de amuletos o mandalas, símbolos, etc, no sólo tienen una función decorativa sino que ejercen una cierta influencia sobre su entorno. Todo lo dicho es comprobable experimentalmente, cosa que ya haremos más adelante, para que no quede duda, pero un ejemplo evidente es el campo de la cimática.

Resumiendo, no es que la forma siga a la función sino que función y forma son cosas inseparables. La variedad de las formas de la naturaleza obedece a que existen multiplicidad de funciones para cada organismo y la forma resultante del mismo obedece a la jerarquía de prioridades en sus funciones y no a soluciones arbitrarias estadísticamente seleccionadas por ensayos de prueba y error como los darwinistas y nuestros patéticos científicos defienden mayoritariamente. Cada función corresponde con una forma de máxima eficacia, un orden geométrico que genera a su vez un campo de energía con la memoria de esa forma que emite energía ordenada favorable a la función. Por tanto, la arquitectura, que es pura forma en estructura, en volúmen, en sus gráficos superficiales es un supeconcentrador-emisor de ondas que se generan sin ningún control sobre sus efectos, lo cual se hace por pura ignorancia de sus hacedores, nos, los arquitectos y entiendo que debemos prestar más atención a entender nuestra responsabilidad en este aspecto y tomar las acciones necesarias, en consecuencia.

domingo, 15 de septiembre de 2013

UNIVERSO HOLISTICO 63

Como de costumbre, aquí tenéis el enlace mensual a la revista UNIVERSO HOLÍSTICO Nº 63


viernes, 23 de agosto de 2013

REFLEXIONES SOBRE ALQUIMIA, ARQUITECTURA Y FÍSICA CUÁNTICA

Los meses veraniegos favorecen esas divagaciones que invaden la mente cuando intentamos, simplemente, no pensar en nada. Esta parece ser una demostración de lo que, de antiguo, defendían todas las tradiciones esotéricas orientales y occidentales y es que "el vacío está lleno". Basta tener una pregunta, algo que nos intriga y pretender no pensar en nada... en este momento ya hemos sintonizado un canal y todo lo que tenga relación con ello ¡va a llenar los huecos que intentamos crear! Mi "preocupación" giraba en torno a cómo transmitir ideas complejas con palabras sencillas, pocas y que, además, tuvieran cierto sentido para quien se aproxima a estos temas. La respuesta me dejó tranquilo. Es imposible, hay cosas que no pueden ser expresadas en palabras, así que no hay de qué preocuparse. Pero hay un lado positivo. Cada palabra que lees es una semilla y una semilla únicamente germina cuando es su momento y su lugar (espacio y tiempo) de modo que, si mis palabras no te llegan no es por una razón externa (exotérica) sino interna (esotérica). La tierra fértil es un conjunto de significados complementarios que activen esta semilla y son diferentes para cada indivíduo en función de su propia experiencia vivida, creencias, inquietudes e influencias de todo tipo. Tengamos en cuenta, además, que sólo quien busca, encuentra. Por otro lado, no alcanzo a ver más que fragmentos dispersos del conjunto, a partir de los cuales, he construido una visión holográfica de la realidad que, obviamente, no es completa ni perfecta, únicamente una visión de la realidad que deseo compartir.

El objetivo no es (o, al menos, no únicamente) de carácter técnico, ni cultural, ni anecdótico, ni crítico, estos son únicamente ingredientes de un guiso, un "guiso alquímico" (en PNL se insiste en que "el mapa no es el territorio"; en nuestro caso, "el arroz no es la paella" puede ser equivalente). Únicamente espero que  estas líneas alimenten espíritus inquietos, lo demás es irrelevante. Si una palabra produce un efecto y germina de alguna manera (la que sea) ¡por algo será! no le demos más vueltas; si no sucede, también será por alguna razón. Así, como mandan los cánones de la buena construcción, vamos dando una de cal, para conseguir cohesión y aglomerar las partículas de arena que vienen en la siguiente pala y proporcionan resistencia y estabilidad a la argamasa.

"sabiduría"

Suelo remontarme a las tradiciones antiguas porque contienen el origen del conocimiento o, mejor, de la sabiduría de la humanidad (sabiduría = Conocimiento, que no es igual que conocimiento). Quien sepa y quiera entender, podrá darse cuenta de que todas las culturas y religiones (antiguas) hablan de los mismos conceptos, con diferentes maneras de expresión, y que la ciencia moderna recién empieza a poner forma matemática a éstos, lo cual no es sino un punto de vista diferente para conceptos iguales y NO conceptos diferentes. Lo que podría resultar más inquietante es saber de qué manera adquirieron estas culturas, sea la asiria, la egipcia, la hebrea, la griega, la maya, la hindú, la hopi, el chamanismo ancestral de todas las culturas, la islámica o la antigua china, por poner algunos ejemplos, este conocimiento tan preciso y profundo cuando nuestra cultura "superdesarrollada" tecnológicamente del siglo XXI no alcanca más que balbuceos o atisbos superficiales y es incapaz de ver el conjunto del "problema" ni de lejos. No obstante esta limitación tan obvia, la mal llamada "ciencia moderna" se jacta de hallarse revestida de un poder legítimo per sé para discriminar la verdad, cuando siquiera tiene una silla donde asentarse ya que sus "verdades" nunca fueron tales sino "modelos" ad hoc ó paradigmas que van cambiando según las modas o corrientes de pensamiento que más "convienen" a cada época ó, mejor, a los intereses que dictan tal suposición, que también los hay. Esto, tal vez, fuera compasivamente tolerable si procediese de la ignorancia o la ceguera de quienes se arrogan tal potestad sobre el "conocimiento" (ajeno) y no de quienes (como es el caso), conociendo la verdad, la niegan y ocultan al resto, promoviendo  ignorancia y confusión desde las universidades, los estamentos oficiales y los medios de comunicación de masas. Dura y solitaria es la tarea del buscador y, sin embargo, hay esperanza pues el camino se irá revelando a los pies de quien anhele en su corazón saber, del mismo misterioso modo que les ocurrió a nuestros antepasados, al menos en eso creo firmemente (por experiencia propia), sin que exista ninguna barrera externa que pueda impedirlo (si es que así está escrito que suceda).



Pero ¿qué tiene que ver todo lo anterior con el título de este artículo? Estamos utilizando, en cierto modo, recursos alquímicos, el triángulo y la analogía, donde los tres vértices muestran, primero, el conocimiento antíguo, que miraba hacia atrás para obtener su fundamento operativo (tesis) luego, lo moderno que niega el pasado y se proyecta únicamente hacia adelante (antítesis) y, finalmente, el objeto de discusión donde debe producirse la síntesis. Como de costumbre, me limitaré a provocar a los inquietos y no dar recetas ni soluciones ya que es mérito de cada cual encontrar su camino (no por cicatería), pues lo que a uno vale puede no ser de utilidad a otro y solo quien prueba, sabe (saber tiene la misma raiz que sabor y "saborear" es una experiencia individual). Además, nunca un buen alquimista aprendió o enseñó algo directamente y por tanto no seré yo, pobre ignorante por añadidura, quien pretenda otra cosa. Lo mismo ha ocurrido en todas las tradiciones antiguas. El Conocimiento de lo real no lo encontrarás en un bazar o en un libro, ni mucho menos aquí, sino en tu interior.


La Alquimia basaba su eficacia en tres pilares complementarios, la observación, la contemplación y la meditación sobre la naturaleza de los fenómenos, por una parte, la experiencia personal y el esfuerzo continuado por otra y, finalmente, la revelación trascendente o transmutación tanto en el experimento como en el experimentador, materia y espíritu. El objeto de la Alquimia fué siempre la transmutación de lo grosero en sutil y de ésto en esencia pura, actuándose de forma simultánea (y necesaria) tanto en la obra como en el operador de la misma, de ahí su inaccesibilidad o hermetismo para el profano. Entender la naturaleza del cosmos y nuestro papel dentro de este sistema, a la vez infinitamente complejo e infinitamente simple, no es cualquier cosa y, a su lado, hacer perder peso molecular al plomo es, literalmente, cosa de niños, una simple cuestión mnemotécnica o metafórica para entender lo real, el sentido de nuestra existencia, poder y naturaleza divinos. El sentido de todo esto es, pues, encontrar el propio camino a través de la práctica (profesional en este caso) y para ello deberemos, siguiendo el proceso alquímico, quemar y calcinar creencias, observar la naturaleza, reducir las leyes, sublimar esfuerzos, fermentar de forma contemplativa, pudrir las enseñanzas de los libros, destilar y filtrar información en un continuo proceso de aproximación a la esencia transmutadora, piedra filosofal de la arquitectura que permita que toda obra que la contenga sea sagrada.


Una de las premisas, tal vez la más trascendente a la vez que poco asimilada, de la física cuántica es la influencia de la conciencia del observador de un experimento en el resultado del mismo, de manera que las expectativas del primero son capaces de alterar dichos resultados. Es decir, existe, de forma reconocida por la ciencia universal, un campo de conciencia individual capaz de interferir y alterar la realidad manifiesta. Por otro lado (o por el mismo lado) también es reconocido que existen campos de conciencia colectivos (K.G. Jung) y que la humanidad, en su conjunto, posee el suyo propio, así como todas las espacies, la propia Tierra, etc. No es difícil inferir una necesaria conexión entre los campos de conciencia individuales y colectivos aunque ésta se desarrolle, normalmente, a nivel subconsciente o inconsciente (Teoría del centésimo mono, entre otras muchas evidencias). El problema de nuestra incapacidad para establecer este tipo de comunicaciones (que nuestros ancestros cultivaban) es una simple cuestión de desarrollo de la sensibilidad necesaria, facultad innata que poseemos y que podremos activar limpiando de escoria nuestros canales de percepción y cultivando la atención (empoderamiento). Aquí, lo de menos es el "como"; lo realmente importante es el "qué", de modo que mi propuesta es tan válida y eficaz como cualquier otra, mientras sepamos a dónde queremos ir, ya que todo proceso alquímico funciona del mismo modo y éste es uno más.


Lo último en física (o lo penúltimo) es la teoría del campo unificado, perseguida por unos y otros. Para quien no esté al corriente, existen leyes físicas que funcionan de diferente modo en lo "macro" de la materia que en el nivel atómico o de partículas y un hueso difícil de roer que es el funcionamiento de la fuerza de la gravedad, no en cuanto a sus efectos sino en cómo se origina y porqué. La TCU persigue unificar con leyes comunes las cuatro fuerzas conocidas, las nucleares (fuerte y débil), la electromagnética y la gravedad. Obviamente, los modelos o paradigmas científicos son útiles únicamente en tanto pueden corresponder con las observaciones que se realizan y, como estas observaciones difieren en el mundo macro y micro, simplemente existen modelos diferentes, por supuesto erróneos, por ser incompletos. Así, esta TCU es una especie de santo grial científico (con permiso de la "santa" madre iglesia). Uno de los puntales de la TCU tiene que ver con la fractalidad, la geometría y la existencia de tres tipos de materia (materia, antimateria y materia oscura) así como el descubrimiento de que los electrones no circulan en órbitas, tal como se pensaba, sino que realizan movimientos espirales sobre la superficie de un toroide, movimientos de implosión y explosión, que permiten que la espiral que se abre sobre la superficie del mismo (explosión) cuando llega al ecuador empiece a comprimirse (implosión). Este movimiento de implosión - explosión se produce gracias a que la organización del átomo se desarrolla en cinco niveles anidados geométricamente, curiosamente al parecer, conservando la estructura de, lo que llamamos en geometría sagrada, la estrella madre o anidamiento fractal del los cinco sólidos platónicos... que nos remiten de inmediato al origen de los tiempos, de ahí su importancia. Esta somera exposición cierra el círculo de los ciclos temporales y da coherencia y peso específico a la antigua alquimia, un simple ejemplo del nivel de conocimiento que se poseía de antaño y una explicación de la posibilidad real de transmutación de la materia y el espíritu que forman parte de un tándem inseparable. La Alquimia es mucho más que la química, mucho más.


Ahora bien, en relación con la arquitectura ¿que nos aporta esto o de qué manera podemos aplicarlo? Pues, sencillamente, si tomamos como premisa que materia y energía son una misma cosa (E=mc2), que toda la materia y la energía responden a patrones geométricos para organizarse, tanto a nivel macrocósmico como microcósmico, y que existen leyes geométricas que permiten que los campos de energía se estructuren de tal manera que favorezcan la vida orgánica o bien que la perjudiquen, entonces, como geómetras que somos (o eso se supone) sí deberíamos tener un papel importante por cuanto a la responsabilidad social que nos corresponde. De modo que más valdría que dejáramos de cultivar la ignorancia procedente de las universidades o estamentos oficiales y, como alquimistas, busquemos con ahínco el verdadero Conocimiento con nuestro propio esfuerzo e intención, medida con la cual cada uno obtendrá su recompensa.

sábado, 6 de julio de 2013

EL HOMBRE Y SU OBRA

Muchos habréis oido hablar de Justo, el personaje de este artículo, en relación con su aparición hace unos años en una campaña publicitaria de una bebida refrescante de la multinacional Coca-Cola. Es popularmente conocido como el hombre que construyó una catedral con sus propias manos en la madrileña localidad de Mejorada del Campo. Es extenso lo que se ha publicado sobre este asunto, reportajes de TV y entrevistas. No vamos a añadir nada nuevo a lo insustancial y anecdótico que, si bien puede haber  supuesto una cierta publicidad a la hora de recabar fondos en forma de donaciones (muy pocos) no hace justicia a la magnífica realidad que he podido presenciar con mis ojos.
 
Veamos, en primer lugar, el manifiesto que encontramos, clavado en la pared, al cruzar el umbral de la Catedral en construcción, escrito ya hace 10 años.


Cualquier consideración referente al cumplimiento de preceptos materiales y de diseño arquitectónico es, simplemente, absurda en este caso. ¿De qué estamos hablando entonces? Estamos hablando de un ser excepcional a la altura de los grandes hombres de la historia que, a punto de cumplir 90 años, madruga a diario para materializar un sueño inconcebible... de no ser por que la realidad presente supera cualquier expectativa imaginable. 51 años de trabajo acumulados sobre unos 8.000 m2 de construcción realizada sin ningún tipo de medios de los que serían precisos para que cualquier equipo profesional se atreviese siquiera a plantearse iniciar tal empresa. 


Conociendo la historia y tratando directamente a Justo, esa persona frágil y menuda, de sonrisa amable y mirada profunda, todo humildad y, nada más entrar en este espacio sagrado, surgen las preguntas. ¿Cómo es posible acometer una edificación de tal complejidad sin un solo plano? ¿Cómo es posible, sin un sistema de replanteo de precisión, materializar la posición espacial de cada elemento constructivo, cada bóveda y cada arco? ¿Cómo es posible que con este conglomerado aditivo de materiales de derribo, hormigones amasados a mano y sin vibrar, estas condiciones de seguridad, estos andamiajes precarios, etc, no haya existido ni un solo incidente grave que diera al traste con la empresa de construir una catedral? ¿Como es posible que un hombre sin conocimientos, no ya de ingeniería o arquitectura sino siquiera de albañilería, haya prácticamente consumado y cubierto aguas de una catedral que tiene únicamente en la mente, como él mismo reconoce? y, finalmente ¿Cómo es posible que ante este hombre de Dios y ante la evidencia de este auténtico Milagro, los doctores de la Iglesia no solo no lo canonicen en vida como San Justo de Mejorada, no únicamente sean incapaces de ayudarle económica o técnicamente cuando serán destinatarios de su legado sino, simplemente, lo ninguneen y le den la espalda? Esta es una cuestión que deberíamos plantearnos todos cuando hacemos la declaración de la renta.


Obviamente, existe un poder y una energía maravillosa en este lugar que permiten al edificio superar todos los inconvenientes técnicos y materiales que se presentan a la vista. Reconozco este poder también en la naturaleza, ante cualquier manifestación de lo sagrado.


En mi opinión particular, por sus características particulares, se trata de una obra del pueblo y que debiera ser también para el pueblo, abierta a todo tipo de culto. Aunque, claro está, esto no es más que mi percepción y, además, también creo que debería existir un mayor apoyo popular, un compromiso en forma de cualquier tipo de ayuda por parte de quien se sienta conmovido ante la importancia de esta realidad. Divulgar esta información es ayudar, aportar donativos es ayudar, contribuir a crear una organización de apoyo, aportar conocimientos y tiempo es ayudar, hacer un plano, un dibujo, una propuesta, ofrecer algo que nos sobre y que pueda ser utilizado en la obra, contribuir en la gestión de una subvención o ayuda, organizar eventos, publicitar y explotar su valor turístico, poner un ladrillo, organizar un campamento de trabajo, todo ello es ayudar y toda ayuda es necesaria.


En estos momentos, por ejemplo, el edificio no cuenta con Licencia de Obras y, no solo eso, este edificio paga una elevada contribución al Ayuntamiento cuya excepción debería ser un objetivo prioritario. Una acción imprescindible, pues en cualquier caso la obra no podrá ser concluida si esto no ocurre, sería realizar un levantamiento del estado actual del complejo y acometer un Proyecto de Acondicionamiento General o por partes así como crear un grupo de voluntarios para ir realizando pequeñas tareas. Justo ha manifestado que aceptará de buena gana cualquier tipo de ayuda en este sentido. Colegios Técnicos Profesionales y asociaciones de estudiantes, tendrían un buen terreno para actuar en este caso. Solo queda que este mensaje cale, si es que eso tiene que ocurrir...



Justo no suele llevar teléfono (619 683 594) ni sabe qué es un ordenador pero, si alguien quiere encontrarle, siempre está a pié de obra... de sol a sol. 



UNIVERSO HOLÍSTICO 62

Como de costumbre, adjunto el enlace al NUMERO 62 de la revista UNIVERSO HOLÍSTICO.





martes, 25 de junio de 2013

ARQUITECTURA INTEGRATIVA Y PERMACULTURA.

Voy a intentar agrupar, en las siguientes líneas, ideas y conceptos que se han comentado anteriormente por separado, intentando ofrecer una visión de las partes dentro del conjunto. El motivo que impulsa este artículo no es otro que la reciente tramitación de la "Ley de semillas" en el Parlamento Europeo por la que se prioriza el uso de transgénicos y PROHIBE EL USO DE SEMILLAS NATURALES lo que tenderá a convertirse en delito y, si no, al tiempo. Esta iniciativa viene acompañada de otra no menos preocupante, como es la privatización mundial del recurso básico para la vida, el agua.
 

Por cierto... ¿quien es Bill Gates?

Se hace urgente, cada vez más, desprenderse de las nocivas programaciones a que hemos sido sometidos y que condicionan tremendamente la forma de actuar y de pensar la realidad, al punto de impedir que la conciencia individual intervenga en absoluto en ninguna de nuestras decisiones. Desde mi perspectiva particular, no puedo dar crédito al comprobar de qué manera la mayoría de las personas asumen sin pestañear ciertos atentados contra su integridad como seres humanos, contra derechos inalienables. Ciertamente, me siento insultado por tanta complacencia, al parecer inevitable. Estoy seguro que hasta una manada de borregos harían frente a un enemigo si fueran conscientes de que su supervivencia depende de enfrentarse al mismo. De este modo, tal vez, descubrirían que el león no es tan fiero como lo pintan, literalmente. Os invito a ver el siguiente vídeo y os reto a contestar a la consecuente pregunta.


¿Sería posible que alguien no defendiera sus derechos vitales de no haber sido programado para actuar de esa manera?

La Permacultura viene a colación porque es un METASISTEMA cuya comprensión es suficiente para inducir una desprogramación efectiva, al menos, el tiempo suficiente para tomar de nuevo las riendas de nuestras decisiones mientras esto ocurre.

La raiz del problema se encuentra en en modelo económico mundial, un modelo invasivo de implantación global que denominamos coloquialmente EL SISTEMA, basado en la priorización del CAPITAL como único objetivo legítimo. Cualquier objeción al sistema solo es permitida en cuanto puede ser controlada y manipulada en su propio beneficio. Es fundamental comprender que esto que llamamos "el sistema" no es, en realidad, tal cosa como un modelo o estructura de relaciones comerciales o intercambio internacional de bienes y servicios, nada de eso. EL SISTEMA ES UN PROCESO y ¿qué es un proceso? me quedo con la siguiente definición...

"... un proceso es una sucesión de tareas, que tienen como origen unas entradas y como fin unas salidas. El objetivo del proceso es aportar valor en cada etapa. Pero… ¿Valor a quien? Muy fácil, valor para el cliente. Si tenemos un proceso que no añade valor, debemos eliminarlo, siempre y cuando sea posible."

Este "sistema", como vemos tiene un origen y un final, un objetivo, pero ¿cual es el OBJETIVO de nuestro sistema? No seamos crédulos, sino analíticos. El neoliberalismo, cuyas tesis impulsan este proceso con su amigable compañera de camino, la llamada GLOBALIZACION, tiene como único objetivo la CONCENTRACIÓN. Todos podemos comprobar a diario como se avanza en la dirección de esta concentración (que ya aventuró Karl Marx, hace casi cien años), cómo se crean conflictos artificiales por el control estratégico de las diferentes regiones del globo y los recursos del planeta acompañados de campañas publicitarias al estilo de Hollybood. Solo añadir, para no ser muy cansino, que todo proceso de concentración termina inevitablemente de una sola forma, en un vértice, en un poder único y total sobre todo lo demás, en el control absoluto de todo y de todos. Por poner un ejemplo bastante gráfico, se trata de una versión extendida del juego del MONOPOLY. Tal vez, alguien conozca las reglas y el PROCESO de este juego y lo que ocurre cuando uno gana... ¿qué ocurre? ¿se diferencia mucho de nuestro "sistema"?


Otra pregunta molesta ¿es posible convivir dentro del sistema sin estar absolutamente sometido a sus imposiciones? Mi opinión es que SÍ, al menos, de momento. La clave para ello es alcanzar un nivel de independencia suficiente. Sigamos leyendo...

El núcleo central de la Permacultura es de carácter ético. En él entramos nosotros mismos y nuestros hermanos hasta alcanzar a la humanidad en su conjunto. También entra nuestro entorno, el ambiente terrestre en el que se desarrolla nuestra vida y que debemos considerar un hermano más, junto con todos sus elementos integrantes pues, sin él, las relaciones con nuestros congéneres no tienen razón de ser. En este entorno ¿que podemos hacer? Lo único que podemos hacer es preservar, cuidar a nuestros semejantes y nuestro entorno, por un lado, e intercambiar energías con ellos, es decir, dar y recibir, en definitiva, compartir ( En un símil geométrico, estaríamos hablando de las energías cósmicas que emanan de las relaciones matemáticas en el pentágono y el exágono, casualmente o no tanto, la misma que forman las moléculas que unen las hebras del ADN ). Estos fundamentos son simples y comprensibles para cualquiera y, todo lo demás, procede de ellos, de ahí su importancia. Veamos que cualquier otro tipo de relación entre los actores presentados anteriormente deviene del todo inviable o, cuanto menos, indeseable y, nótese también en que situación se encuentra nuestro paradigma vigente con respecto a estos ideales para deducir que hay algo que no cuadra. En realidad, la forma en que estos ideales se llevan a la práctica es menos importante que el fondo que es, ó debría ser, nuestro punto en el horizonte.

¿Que ocurre a partir de aquí? Con la visión anterior en el punto de mira, deberemos combinar principios ecológicos, es decir conservativos, con principios operativos, es decir expansivos, en un perfecto equilibrio. De esta marena se materializan las tres fuerzas de acción, reacción, neutralización en sus diferentes formas de manifestación. Utilizaré un guión de los muchos existentes para desarrollar esto (quiero decir que todos valen y ninguno, depende de la interpretación de cada cual). Pero, hablemos de arquitectura.

La primera acción que acometemos es la observación de la naturaleza. De esta observación deduciremos las leyes con que la naturaleza actúa y establece el equilibrio perfecto. Aquí entran las condiciones climáticas, la constitución del suelo y las rocas, la vegetación, las estaciones del año, el sol, las mareas,... de todo ello aprendemos a cómo relacionarnos sin alterar el equilibrio existente, utilizando lo que necesitamos y devolviendo lo que nos sobra en condiciones que puedan ser aprovechadas por otros. También aprendemos las leyes físicas, astrológicas, biológicas, geológicas, etc, que operan en la naturaleza. Depurando mucho este conocimiento podemos alcanzar el saber alquímico, reduciendo los elementos de la naturaleza a sus cuatro básicos, fuego, tierra, agua y aire y sus relaciones a razones matemáticas, es decir, geometría. Pero esto último no se alcanza sino como culminación de un proceso del que no pueden saltarse los pasos previos.


El siguiente paso es captar y almacenar energía. La energía es un bien básico abundante y disponible, igual que el agua. Lo único que hay que hacer es establecer procedimientos eficaces adaptados a las condiciones del lugar. En realidad, actualmente podríamos ser absolutamente independientes de las grandes compañias de suministro de energía y este sería un buen camino para recuperar nuestro poder de actuación y decisión. Por tanto este es un factor determinante en nuestro camino pues nos libera de estar atados a una compañia que nos factura cada mes por algo que debería ser gratis.Una vivienda normal puede autoabastecerse de agua con una precipitación anual de 200 mm/m2, incluyendo el riego de la huerta, con un uso racional del recurso. Esto supone que podremos construir una vivienda sostenible y autosuficiente, prácticamente, en cualquier parte.

Otro de nuestros objetivos, no menos importante, es obtener un rendimiento. Hemos hablado del ciclo sagrado de dar y recibir. No solamente es lícito sino necesario establecer una relación productiva de intercambio con nuestro entorno. La clave es la ecología (que no tiene nada que ver con el ecologismo), es decir, el equilibrio entre lo que tomamos y lo que aportamos de forma que exista un beneficio mutuo de dicho intercambio, ya sea en términos de sostenibilidad para el medio ambiente o de relaciones comerciales. Para ello deberemos aplicar autoregulación y aceptar retroalimentación, de forma que nuestro sistema permita establecer los mecanismos "automáticos" para mantener su eficacia.



Una condición para la puesta en marcha del mecanismo anterior es usar y valorar los servicios y recursos naturales así como no producir desperdicios. Si reflexionamos bien sobre esta condición, veremos que lleva implícita una nueva cuota de libertad añadida a nuestro escudo de independencia. Es decir, si somos capaces de gestionar adecuadamente los recursos naturales disponibles y, en aplicación de la autoregulación propuesta, somos capaces de establecer una relación ecológica con nuestro entorno no produciendo desperdicios, estaremos evitando nuevamente estar sometidos a un servicio que merme nuestros recursos. Para ello es imprescindible una buena educación ambiental que se debería impartir desde la infancia, puesto que hemos sido "educados" para ser dependientes de un sistema que pretende controlar todos nuestros posibles movimientos y acciones.



El proceso de diseño debe realizarse desde los patrones hacia los detalles. Es decir, existen unos condicionantes previos a todo proyecto que están por encima de la imagen. Normalmente, la imagen resultante, si es eficiente, tendrá mucho más que ver con estas presuposiciones que con la perseguida idealmente. Debemos abandonar toda tendencia a generar imágenes espectaculares como objetivo. La arquitectura debe estar al servicio del fin social que la obliga y no al contrario. Además el establecer ciertas condiciones a priori también facilita mucho la toma de decisiones en cuanto al diseño, pues nos sentiremos avalados en ellas por la coherencia con el objetivo primero, cosa que no puede defender quien prioriza ó sólo vive para el espectáculo.


Para trabajar eficazmente en la dirección propuesta existe un principio básico que es el lema de este blog,  integrar más que segregar. La arquitectura no puede abstraerse de la información beneficiosa que aportan ciertas disciplinas para considerar únicamente aspectos parciales en función de objetivos de diseño o, simplemente, ignorar de forma perezosa aquellos conocimientos que benefician el resultado del proyecto por la simple razón de que nos complican la vida a la hora de trabajar. Esto es una grave irresponsabilidad. Existen multitud de especialidades sumamente eficientes por sus aportaciones al diseño que actualmente son denostadas en beneficio de aquellas otras banalidades, como el cumplimiento de una absurda multiplicidad de normativas absolutamente prescindibles. En realidad las condiciones técnicas exigibles a una buena arquitectura se podrían resumir en unas pocas palabras y parámetros, tales como humedad, temperatura y calidad del aire, ausencia de contaminación ambiental y electromagnética, captación y distribución de todo tipo de energías, gestión del agua y los resíduos, condiciones energéticas del emplazamiento y los materiales empleados, solidez y poco más.



En el camino hacia el éxito en nuestra misión está el método de usar soluciones lentas y pequeñas. Por ejemplo, una propuesta viable a considerar es la que nos plantea slow energy. El acometer pequeños objetivos al alcance de la mano no nos hace perder eficacia, al contrario, permite ir afianzando, consolidando y ganando solvencia en el resultado final sin grandes saltos ni riesgos. A medida que nos vamos familiarizando con este sistema, podremos avanzar más deprisa y con pasos seguros pero, inicialmente deberemos resolver localmente apoyados en las líneas que nos proponen las condiciones de partida. En realidad, siempre ha de existir un feedback contínuo entre el concepto general y lo concreto pero, la solución del detalle debe prevalecer en beneficio del resultado del diseño global. El concepto del tiempo debe ser adaptado a lo presente, priorizando el disfrute de lo pequeño, de cada paso. Cuando este efecto ha sido considerado, el resultado adquiere un gran peso específico pues la energía del creador se mantiene en cada pequeña cosa.


Finalmente, existen tres corolarios o principios que debemos considerar en beneficio de un proyecto permacultural e integrativo. Estos son

Usar y valorar la diversidad. Debe potenciarse el encuentro con nuevos matices de la realidad en lugar de restringirnos a lo conocido y acotado. Esta es una forma de ensanchar los límites de lo posible además de permitir integrar todo aquello que en un principio aparenta pertenecer a un rango diferente pero que puede integrarse en nuestra vida de forma enriquecedora. La naturaleza ama la diversidad y nosotros debemos potenciar a la naturaleza actuando del mismo modo, en la medida de lo posible.

Usar los bordes y valorar lo marginal. Este aspecto tiene que ver con lo anterior pero con un matiz. Aquí se está hablando del concepto de límite. Existe un espacio marginal en que "acontece" el límite, sin que éste ocupe un lugar definido. Jugar con este concepto permite establecer un contacto con lo natural, a donde se transita desde lo artificial con una gradación lenta que favorece la intergración de lo construido. Interior y exterior se suceden en una gradación progresiva, no abrupta. Así las zonas cercanas a los límites compartirán elementos propios de ambos mundos.

Usar y responder creativamente al cambio. Aceptar el cambio, no como algo inevitable, sino como un ingrediente esencial de la dinámica natural, permite encontrarnos en disposición de responder a las pequeñas o grandes variaciones graduales que se establecen en función de las diferentes épocas del año, de los movimientos naturales y del crecimiento de las cosas. Integrar la naturaleza supone convivir con el cambio porque todo está en contínuo movimiento.

Como resumen, este documento para niños tal vez enseñe algo a los mayores. Que lo disfruten.




UNIVERSO HOLISTICO 61